
Oscuro Caos verde oscuro
Cegado, me abalanzo por estos caminos
Que conozco de memoria
Llevan a los abrasadores acantilados
Que se levantan sólidos sobre el filo del agua
Inertes
Y este es mi origen
Fría piedra
Esculpida sólo por vientos y tiempo
Tan invulnerables
Inertes
Ahh...
He tardado en unirme a ellos
Y ahora las aguas pronuncian mi nombre
Por una vez desearía ver
La entidad tras la voz
La cara de esta seducción
La belleza de mi dolor
¿Estoy bendecido o maldito por su presencia?
Cuál es mi crimen...
Cuál es mi mérito...
¿Es esta vida mi penitencia?
¿Debo arrepentirme o seguir adelante?
Odio mi carne mortal
Su dimension envenenó mi alma con la duda
Me hace cuestionarme la misma esencia...
del Yo
Esclavos son los que pertenecen a este mundo
Concedida su libertad para prender en cadenas a El Maestro
El lobo ya no es libre
Arranca tus cadenas y ven a por mi
[El Anciano]
"De pronto, sus gritos sollozantes cesaron. Desde la niebla
surgieron tres fascinantes barcos. Barcos desgarrados por miles de tormentas, y sus proas adornadas por las más fieras gárgolas que había visto nunca. La tripulación... tres veces doce. Permanecían inmóviles, embozados en túnicas grises. Y detrás de sus rostros ensombrecidos, el canto seductor, invitándole a subir a bordo. Sin dudarlo un instante, aceptó. Y navegaron lejos..."
Sobre los mares
Donde tantas veces me he ahogado
Lanzo al viento las cenizas de la dignidad
Y mis llamas siguen hambrientas
Con el fuego en mi corazon
Daré la bienvenida a las distantes costas
Aunque no sé que arderá
Deseo...
Ahh...
En la distancia
Escucho las olas batir sobre tiera sólida
Y en este momento la ceguera me golpea
Dame vista para contemplar
Aquello que se haya más allá de mi
Malditos sean mis ojos mortales
Por morir en el reino de la muerte
Escucha mi llamada...
Vuelvo a los vertiginosos acantilados
Que brillan con pura fuerza
A pesar de que nada he aprendido
Con fuerza, ardo...
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