Mis nudillos están sangrando en frente de tu puerta,
y estas flores se están marchitando bajo la lluvia.
Eran para ti, y ahora no son para nadie.
Son irrelevantes, como mercenarios en tiempos de paz.
Aquí hay un chico con la piel de papel,
que anhela tocar a la chica hecha de cristales rotos.
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