La escarcha intenta alcanzarnos
con sus crueles manos frías
El frió invierno daña mis ojos
y todavía marchamos con el viento en la cara
Seguimos el rastro de sangre en la nieve
ayer quemamos dos aldeas
Matamos a las mujeres y a los niños
Las cabezas de los curas fuera de sus cadáveres
Hemos empalado en nuestro zócalo de madera
La sangre del espantoso monje
aun es mas negra en mi hacha
Su templo quemamos
y alimentamos el fuego con sus cadáveres
Mis hermanos están marchando en silencio
la gran helada convierte sus corazones en hielo
La sangre caliente traerá de vuelta la vida a sus cuerpos
Otro pueblo cristiano esta cerca
Los que escaparon nos mostraron el camino
por la sangre de sus heridas
Debemos hacer frente a un golpe mortal
antes de que los lobos nos alcancen
En el horizonte, detrás de nosotros
el humo negro aparece en el cielo
en las colinas, llenas de arboles
los lobos nos observan
Salen de las colinas y nos siguen
Tan pronto como el día se acaba
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